
Gran descubrimiento de este restaurante gracias a un gran gastrónomo como en Jordi Perich.
El restaurante Casa Teva está situado en el centro de Sant Feliu de Guíxols (Girona), a primera fila. Tiene unas vistas fantásticas de la playa. Es un sitio muy acogedor con una muy buena terraza.
Tengo que decir que el servicio es muy atento, me gusta que sean abiertos y nada estirados.
A primera vista ves un mesa con unos cubiertos y una vajilla muy bonita, unos cubiertos diferentes y unos platos que te llaman la atención.
La carta diferente, se mira por el codigo QR, puede ser que sea debido al COVID, aunque tienen la carta para la gente que la pida.
Me gusta que el camarero me enseñe el género. Trajo una bandeja con cigalas, gambas de Palamós y unos pequeños mejillones de la costa. Después trajo otra con diferentes pescados. Ver las escamas del pescado tan brillantes i aquellos ojos que te reflejaban me dio un subidón brutal. Hoy comeríamos muy bien!!!!
Sugerencias de las que a mi me gustan, no las típicas si no las que le dan una vuelta, siempre con producto de calidad y de temporada.

Una ostra Guillardeau con caviar de Beluga que quitaba el sentido. Tengo que decir que es la mejor ostra que he comido. Bien limpia y al punto de frescor, suave, con un gusto a mar que te envolvía toda la boca, se me hizo muy corto el momento.
Pedimos unos espárragos verdes a la brasa con trufa, un plato sabroso donde la trufa era la protagonista del plato. Hay que decir que la trufa es un producto caro, muy caro, pero vale la pena este plato por la cantidad de trufa que había.

Unas tiras de calamar que estén perfectamente hechas? no dejéis de probar las tiras de calamar al curry y un toque a lima, espectacular. El calamar fresquísimo, el rebozado nada empalagoso y la combinación de curry y lima sensacional.

Para finalizar los entrantes pedimos huevo 65º foie y brioche. Una maravilla donde la mezcla del foie, el huevo y el brioche da una cremosidad en la boca sensacional.

Mi hijo comió unas croquetas de asado i este canelón de ibérico con trufa y «rosinyol», no puedo explicar que tal era el canelón ni las croquetas, ya que fue visto y no visto, pero juzgar vosotros mismos la imagen…

De segundo un arroz a la llauna con pluma ibérica y butifarra negra. Normalmente cuando quieres comer arroz, mínimo es para 2 personas, y la verdad, es un rollo. Al Casa Teva, no. Son individuales. El arroz muy sabroso y estaba al punto de cocción y la pluma ibérica, rosada, como tiene que ser. Gran presentación con unos puntos de all-i-oli.

Finalmente un sashimi de mero, solamente de pensar me mareo, una gran presentación. No había comido nunca mero crudo y estaba delicioso, juntamente con los ajitos fritos, rodajitas de bicho y cebolla tierna, con una espuma de patata ahumada muy suave y un toque de soja. Una maravilla.

Lo maridamos con un vino negro de la DO Empordà, vi(o)ritme de la misma bodega que lleva nombre el vino. En nariz a confitura de fruta negra, en boca muy agradable, suave, elegante, que le fue perfecto a la comida.
No soy muy de postre pero me chifló la espuma de mojito, suave, nada pesado y refrescante.

También pedimos el queso cremoso, con una presentación diferente, las quenelle perfectamente hechas.

Tengo que decir que normalmente los cafés son carísimos y de baja calidad. Aquí en el Casa Teva tienen un precio muy razonable y bueno, es de agradecer como buena cafetera que soy.
Las expectativas se cumplieron, el Casa Teva es un muy buen restaurante, donde la calidad del producto es excelente, Juan Arrua, el chef, sabe transmitir esta magia que la transporta de la cocina al plato.
Buenas raciones, ya lo habéis visto, donde la relación calidad-precio es muy correcta.
Se puede ir a comer o cenar, pero ahora en verano para hacer una cena en la terraza es ideal. Para ir en pareja, con la familia o los amigos.
El precio medio por persona, con postres, vino y cafés oscila entre los 65-70 €.
Vale la pena hacerles una visita, nosotros repetiremos!!!