El pasado mes de mayo hicimos una salida en moto hasta llegar a Fisterra (Finisterre), nos encantó ver aquella agua tan cristalina de arena blanca y fina. ¿Qué podíamos comer allí? yo tenía ganas de comer marisco y pescado en cambio mi marido carne….así que encontramos un sitio donde había de todo y lo más importante de una altísima calidad!!!
Tengo que decir que cuando entramos en el restaurante lo encontré cutre hasta que vi el comedor, oh, aquello era otra cosa, pero nos dijeron que hacía mucho calor y mejor comiéramos en la terraza.
Reconozco que nos pasamos, nos emocionamos al ver la carta, pero fue uno de los mejores restaurantes que fuimos por Galícia.
Hicimos un pica-pica, empezamos con…
Unos choricitos al vino, muy buenos y muy sabrosos, eran de aquellos platos que te invita a mojar pan pero me controlé porqué sabía que había un festival.
No podía faltar en la mesa el mítico pulpo a la gallega
Tengo que decir que es el mejor pulpo que he comido, cortes gruesos, el pimentón buenísimo y cocido a la perfección.
El gerente del restaurante nos hizo sentar en el comedor ya que habíamos pedido carne y teníamos que estar bien sentados. El comedor es elegante, espacioso.
A continuación comimos unas zamburiñas, fue un momento apoteósico, indescriptible.
Mientras nos acabábamos estas delicias, el propietario que era quién nos atendía, estábamos hablando de la lonja que tienen a Fisterra donde la visitamos, nos dijo que tenía unos lenguados que aún estaban vivos, no me lo podía creer, entramos en la cocina y efectivamente allí estaban moviéndose, espectacular. Eché un vistazo por la cocina, estaba impecable.
Estábamos en un restaurante top!
Para finalizar esta etapa cogimos unos calamares con patatas fritas. El limón se quedó en el plato de decoración que lo dejamos limpio.
Los calamares buenísimos, tiernos y las patatas fritas no eran congeladas, era de agradecer.
Con estos platos tomamos una copa de Mar de Frades, un vino blanco de las Rías Baixas, un albariño atlántico. Perfecto para esta comida!
Ara vamos a la segunda parte. Cuando vimos la carne yo flipé y mi marido se emocionó, tenía tantas ganas de comer un chuletón de esas dimensiones!!! Mirar la carne!
1.800 q de chuletón de vaca rubia. Brutal! nos pusieron una parrilla con el carbón y nos la cortaron. Detallazo, esta carne tan gruesa y grande si la pones en la brasa los primeros cortes están calientes, luego se enfría enseguida y pierde muchísimo. Por tanto es mejor que te la corten y tu mismo te la vas haciendo.
Así es como quedó!
Mirad qué color y su grasita, espectacular!
Lo regamos con un Ramon Bilbao edición limitada 2014. Un vino perfecto para maridarlo con la carne.
No probamos ningún postre, un café y un cortado, buenísimos y un digestivo que nos invitó la casa.
El trato fue buenísimo, era la primera vez que me dejaban entrar en una cocina de restaurante, parecía como si estuviera comiendo en mi casa. Restaurante familiar.
Es un restaurante para disfrutar comiendo excelente marisco, muy buen pescado y una carne tremenda, cosa que muchos restaurantes no pueden decir.
Calidad excelente, vale la pena ir.
El precio medio por persona es de unos 60 €.