Tenia que encontrar un restaurante que nos dejase anonadados. Era mi aniversario. Tenía que escoger el restaurante perfecto para poder compartir la satisfacción de una buena cena con la mejor compañía.
ALQUIMIA
No os lo negaré, me costó muchísimo! después de pensar, mirar y pedir la opinión escogí Alkimia, Ricard Sempere me dijo que probablemente era el mejor de Barcelona. Tenía que verificarlo.
El restaurante está situado en un piso, justamente encima de la fábrica Moritz en la Ronda de Sant Antoni. Havia una chica en la escalera. Nos preguntó si veníamos a cenar. Es un restaurante diferente, moderno, con colores muy neutros, destaca el blanco. Había dos comedores. Uno es para el menú degustación y carta donde solamente hay 6 mesas, el otro restaurante son platos para compartir.
Nos pusieron en una mesa delante de la barra de la cocina donde pudimos ver como el chef Jordi Vilà estaba trabajando los platos.
Podríamos decir que pocas cosas no nos gustaron. Una de ellas es el uniforme de todo el personal. Decidme clásica!
Vimos la carta y nos decantamos por el menú Jordi Vilà, compuesto de 9 platos y dos postres.
Nos trajeron la carta de vinos; bueno, de hecho, era un librito de vinos. Francesc estaba entre 3 vinos, un negro, un rosado y un naranja. Le hacía gracia el vino naranja. Cuando vino la somelier le pidió la opinión del vino naranja y nos comentó que era un vino muy especial y que no sabría si nos gustaría, pero dejó la conversación aquí. Pensábamos que nos ayudaría a escoger el vino y nos decantamos por un rosado, un DIDO D.O. Montsant, gran elección!
Vamos a ver el menú!
Granizado de vermut servido en copa y anchoa
La anchoa gustosa y sin espinas. El granizado de vermut bueno. Un entrante fácil pero gustoso.
Ahora empezaremos con el festival…
Tártar de cigalas, gamba, pescado y caviar
Buenísimo, muy suave en la boca.
Después nos pusieron un bocata di cardinale, y es el que el título ya lo dice, me sabe mal, pero se me pasó la foto! El plato consistia en una copa con sal y la cabeza de la gamba con caviar encima, espectacular! Aquí se notó la calidad del producto. Es una maravilla que puedas chupar y coger con los dedos un crustáceo sin sentirte observada. Tengo que decir que si es bueno, siempre lo hago!
Callos de bogavante en aspic, manzana e hinojo
No hay palabras para describirlo, delicioso, brutal, espectacular….
Espárragos blancos, botterga y bergamota
Unas puntas de espárragos al punto con unos trocitos de mojama y bergamota, que es una planta frutera. La combinación de estos tres elementos es exquisita.
Col caramelizada, crema de trufa, remolacha, vinagreta de lentejas y queso
Deliciós, encima havia el queso gratinado que daba un gusto muy bueno.
Colmenillas a la crema, foie fondant i dentella crocant
Estaba esperando este plato, brutal! y una gran presentación!
Espardenyes con oreja de cerdo
Aquí casi hacemos la ola cuando nos pusimos en la boca la oreja de cerdo, era miel, y las espardenyes estaban en su punto.
Pescado salvaje a la brasa con guisantes y té verde
Era un trozo de lenguado, grueso y gustoso ah y perfectamente ejecutado.
Oveja ecológica a la brasa con ciruela agridulce
Muy gustosa, para mi gusto un poco dura, pero la ciruela estaba tremenda.
Hubo una anécdota divertida y es que el chef Jordi Vilà sacó unos entrecots y los dos dijimos: Uauuu!!!, claro nos oyeron todos los cocineros, Jordi nos dijo que si cuando acabásemos teníamos hambre aquí había entrecots, no hizo falta, terminamos llenos, pero cuando estábamos esperando los postres nos trajo un par de platos de mollejas de cordero, cortesía del chef Jordi Vilà, un puntazo! no tuve tiempo de hacer la foto, estava espectacular, no había comido nunca, estaban muy tiernos.
Y finalmente los postres:
Recuit, manzana y romero
Genial, un postre que, desgraciadamente, lo terminas muy rápido.
Mil hojas de crema de pistachos y fresón, helado de fresón y hojas de menta
Refrescante y nada empalagoso
Después de este excelente menú ¿que mejor que un café? pues sí, el café buenísimo y acompañado de un macaron, para mi gusto, un pelín grande.
¿Os acordáis de las cosas que no nos gustaron? bueno, pues el precio del café 3.50€ pensamos que es un poco caro, pero como comimos tan bien y tan a gusto, lo perdonamos!
Finalmente hablar del servicio, fue excelente. No nos faltó el vino en ningún momento, muy atentos, sin ser nada estirados y decir que en un menú degustación es imprescindible que en cada plato se cambien los cubiertos. Alkimia es uno de los restaurante que lo hace y es de agradecer.